Antes de convertirse en sinónimo de elegancia silenciosa, Celine comenzó como una tienda de zapatos infantiles en París —sí, zapatos para niños—. Pero todo cambió cuando la marca decidió crecer y vestirse de mujer. Su gran momento llegó décadas después, cuando Phoebe Philo tomó las riendas y convirtió a Celine en el uniforme no oficial de las mujeres más cool del planeta: minimalismo chic, actitud refinada, y bolsos que parecían decir “sé quién soy” sin necesidad de logo gigante.
Y hablando de bolsos: el Luggage Tote fue un boom en las calles de Nueva York y París, llevado por celebridades como Reese Witherspoon, Miranda Kerr o Dakota Johnson. Sus “alas” laterales lo hacían inconfundible, como si tuviera personalidad propia. Después vino el Box Bag, una joya sobria que podrías imaginar en los brazos de una editora de Vogue. Y ahora, con el Triomphe Bag, Hedi Slimane (el nuevo director creativo) revivió el glamour parisino con un aire retro, y no es raro verlo colgado del hombro de Kaia Gerber o Blackpink Lisa. Celine no grita, pero todo el mundo escucha.